Cuando hablamos de testamento siempre pensamos en aquel documento legal que se redacta para indicar a quién dejamos nuestras posesiones y/o dinero llegado el triste día en el que uno se muera.
Actualmente, ¿quién no tiene un correo electrónico?¿o tiene algún tipo de suscripción que te seguirán cobrando una vez fallecido?¿o tiene cuenta en alguna red social de cualquier tipo?
Puedes haber contestado afirmativamente a alguna de las preguntas anteriores o a todas. Pero si has contestado que NO a todas seguro que tienes contenido personal (algún tipo de documento, como el CV, o lo que sea, desde fotos a vete tú a saber qué más) en formato físico, es decir, almacenado en algún tipo de soporte como puede ser tu ordenador personal, un disco duro externo, una memoria USB o el teléfono móvil.
Es decir, de una u otra manera, todos tenemos algo digital. Pero, ¿alguna vez te has planteado qué harás con todo tu legado digital por pequeño o grande que sea cuando llegue el fin de tus días? Es aquí donde surge el concepto de testamento digital.
Si quieres saber más acerca de este tema, puedes pinchar aquí y leer un interesante artículo aparecido en la versión online de la revista Computer Hoy. En dicho artículo no sólo se explica qué es sino que además se indica cómo hacerlo.